A continuación la reseña que realizó Martina Silva, encargada del equipo de comunicación.
Nos enorgullece contarles que los pasados 16, 17 y 18 de noviembre, varios alumnos de la generación de 4to, más nuestros profesores de Astronomía y FHC, tuvimos la oportunidad de concurrir a la Feria Nacional de Ciencias en Piriápolis. Esta fue una salida que veníamos
planeando desde principios de año, cuando formamos nuestro club de Ciencias y hoy podemos decir que todo el esfuerzo valió la pena. Sin dudas, fue una experiencia inolvidable.
Todo comenzó el jueves bien temprano en la terminal de Tres Cruces, donde habíamos quedado de encontrarnos para tomar el ómnibus que nos llevaría hacia Maldonado. Cuando ya estábamos todos, nos despedimos de nuestros familiares y nos sacamos una foto grupal, para así darle inicio a nuestra travesía. Ya habiendo emprendido el viaje, tardamos alrededor de 2 horas en llegar a nuestro destino. Al llegar a Piriápolis, nos dividimos en dos grupos: algunos irían a la casa donde nos quedaríamos los siguientes 3 días (propiedad de los padres de una integrante del equipo, quienes amablemente nos ofrecieron hospedaje y mucho más), y otros se dirigirían directamente a la feria, para así comenzar a presentar nuestro proyecto. La idea era manejarnos en los mismos grupos por el resto de tiempo que durara la feria, intercalando el orden de los mismos en los primeros dos días, para así disfrutar de todo lo que la ciudad tenía para ofrecernos. De esta manera, los que presentaban de mañana en la feria, luego de cumplir su horario, se iban a eso de las 13:30 hs a almorzar a la casa, dándoles su lugar a los del turno de la tarde, quienes habiendo paseado durante la mañana y almorzado, deberían ahora asumir su rol en la feria.
A su vez, los únicos que se mantenían siempre en el mismo cargo eran los profesores, quienes en todo momento cuidaban de nosotros, ya que mientras Guillermo trabajaba como nuestro profesor orientador en la feria, Fernanda nos llevaba a recorrer la ciudad. Eso sí, a la hora de la merienda nos encontrábamos todos juntos en la casa, para pasar el resto del día en compañía. Cabe aclarar, así nos organizamos hasta el viernes, cuando tuvimos que despedir a la Fer, ya que el sábado iríamos todos juntos para el cierre de la feria.
Durante los 3 días espectaculares que vivimos en allá, realizamos actividades de todo tipo: recorrimos la rambla de Piriápolis, visitamos varias tiendas locales y hasta subimos el cerro de los Burros, con la ayuda inigualable de nuestra guía experta Fernanda.
Por otro lado, en cuanto a lo vivido en la feria, tuvimos la chance de conocer gente de todas las edades y de todos los rincones del país, dando un vistazo a sus proyectos y creando lazos que, no dudamos, se mantendrán en el tiempo; de hecho, hasta ligamos con la suerte de formar parte del equipo directivo del evento, siendo este el caso de nuestro compañero Juan Martín, quien por un día se convirtió en el reportero más aclamado de las redes. A su vez, no podemos dejar de lado lo que fue poder dar a conocer nuestro proyecto a cientos de
personas, en especial a varios especializados en el tema, siendo que nos encontramos con profesionales en el área de estudio de nuestro trabajo.
Ahora sí, concluido nuestro paso por la Feria Nacional, era momento de darle una última recorrida a la ciudad, para así volver a nuestro hogar. De esta forma, con la compañía de una persona nos apoyó mucho en este viaje, Gabriela, salimos a dar una vuelta por el mercado artesanal, para después volvernos a casa a almorzar. Terminada la comida, dimos una última vuelta por la rambla, nos despedimos de Piriápolis con un rico helado y de una vez por todas emprendimos el regreso a Montevideo.
Como teníamos previsto, llegamos cerca de las 9 y media de la noche a Tres Cruces, donde el Equipo 9 finalmente se separó, prometiendo repetir la experiencia si la oportunidad se volvía a presentar. Al final, luego de esta gran aventura, solo nos queda agradecerles a todos los que hicieron de este sueño una realidad, así como también incentivar a las generaciones siguientes a ser parte de esta incentiva, que el club de Ciencias del Fátima no se termine acá, sino que se prolongue por muchos años.
Saludos!